ALTA PARTICIPACIÓN EN EL ‘II CONCURSO DE PODA DE VIÑEDOS DEL CONDADO DE HUELVA’
Un total de 20 viticultores participaron en el II Concurso de Poda de Viñedo ‘Condado de Huelva’ organizado por el Consejo Regulador de las denominaciones de origen protegidas Condado de Huelva, Vinagre del Condado de Huelva y Vino Naranja del Condado de Huelva.
Desde primera hora de la mañana, viticultores de diferentes edades y provenientes de los pueblos de la comarca acogidos a esta denominación vitivinícola, se dieron cita en una finca de Bollullos par del Condado donde se desarrolló el concurso para demostrar su habilidad y destreza en una de las labores agrícolas más importantes el pasado sábado 13 de enero.
Tijera en mano, los 20 viticultores participantes podaron cinco plantas conductoras en espaldera y con sistema de conducción en cordón Royat doble, acorde a la normativa del Consejo Regulador Condado de Huelva. Previamente se había realizado el sorteo para designar las viñas a podar para cada uno.
Finalmente los ganadores han sido de primero a cuarto: José Miguel Lepe Martínez (de La Palma del Condado), José Román Clemente Duque (de Trigueros), Miguel Ángel Pichardo Sánchez (de Rociana del Condado) y Mario Camacho Mora (de Bollullos par del Condado).
Los premios han sido unas tijeras de podar a batería Zanon Mdo. Gr4040 khk para el primero; unas tijeras de podar a batería Zanon mdo. zm34 para el segundo; un podador electrónico zp120 Zanon para el tercero y para el cuarto, unas tijeras de podar a batería Zanon mdo. zm22.
Además, todos los participantes serán obsequiados con unas tijeras profesional PB-8M FISKARS, serrucho FOLDING PLUS SW69 FLISKARS y piedra de afilar KAMIKACE.
Manuel Infante, presidente del Consejo Regulador Condado de Huelva, felicitó a todos los participantes y resaltó que “este concurso está ideado para poner en valor el trabajo que realiza el viticultor y pone de relevancia todas las tareas que son necesarias para cuidar el viñedo con el objetivo de conseguir una buena cosecha de uva que después se traduce en los excelentes vinos que se elaboran bajo nuestro sello de calidad”.
Infante resaltó la buena acogida que ha tenido esta segunda edición al inscribirse más de una treintena de podadores de los que finalmente veinte fueron los elegidos, por lo que “podemos afirmar que este concurso se consolida en el calendario de actividades promocionales de nuestra DOP”.
Por su parte, el director gerente de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera (AGAPA) dependiente de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, José Carlos Álvarez, mostró su satisfacción por “el buen desarrollo del concurso y el extraordinario ambiente de la mañana” y recalcó el apoyo de la Junta a estas iniciativas así como al sector vitivinícola.
También asistió al concurso la diputada provincial, Patricia Millán; la delegada territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Teresa Herrera; y la concejala de Turismo y Vino del Ayuntamiento de Bollullos par del Condado, Gracia Clavijo.
El jurado estuvo formado por los ingenieros técnicos agrícolas de Bodegas Contreras Ruiz, la cooperativa Vinícola del Condado, cooperativa Nuestra Señora del Socorro y la cooperativa agroalimentaria Virgen del Rocío; Antonio Contreras, Víctor Núñez, Pedro Clemente y Eugenia León, además de por el profesor de la Universidad de Huelva Carlos Weiland, y Manuel Infante, presidente del Consejo Regulador.
Estos valoraron tanto el equilibrio de las cepas -que los pulgares estén correctamente repartidos alrededor de las mismas-, como el apurado de los cortes –que se hagan de forma limpia sin que queden yemas latentes en la base de los mismos- y la carga de yemas, que tiene que ser la adecuada para favorecer la productividad.
Este segundo concurso de poda ha contado con el apoyo de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, la Fundación Caja Rural del Sur, Etiquetas Macho y Agrojardines Almonte.
El arte de la poda
La poda es un trabajo milenario y fundamental en el cultivo, el cual se lleva a cabo antes de que la vid despierte de su invierno, y que consiste en cortar las ramas o ramificaciones para darle forma, vigor e incrementar la producción.
Su importancia radica en que de ella depende la próxima y subsiguientes vendimias, así como la evolución de la cepa a largo plazo. Es una práctica compleja y delicada en la que se deben considerar diversos factores.
Es un arte que se transmite de una generación a otra, un oficio noble y destacado que requiere de destreza y pasión. Por ello es que un podador puede considerarse como un artista, cuyas manos moldean y definen el fruto de la vendimia, con esfuerzo, paciencia, sensibilidad y entrega.
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